lunes, 8 de marzo de 2010

Elegir un taxi

Una llegada a Barajas, T4. El cansancio del viaje: un retraso de 2 hotas y el posible mal humor qu eha dejado una reunión aún en la mente. Pero está cerca la llegada a casa. Tan sólo queda tomar el taxi y llegar.

Hace años que he sufrido las colas absurdas que se formaban en Barjas con los taxis y la actitud de los "controladores"de taxi, que ponían su empeño, parecía, en confundir más que en ayudar. Hoy eso ha cambiado, al menos desde mi experiencia, y la realidad es más agradable: un gran avance, pues siempre he pensado que la primera o segunda impresión que da una ciudad está en sus taxis y la experiencia que rodea al servicio. Hoy la entrada en el taxi no es tan caótica, pero hay cosas que se podrían mejorar, y mucho. Si yo compro unos zapatos elijo los que quiero llevar, lo mismo para prácticamente cualquier cosa por la que se paga... pero el taxi es una execpción.


Puede haber 3 maravillosos coches úlimo modelo esperando, que da igual si te ha tocado un coche con cerca del millón de km a sus cuestas, los asientos roidos, y los amortiguadores pelados. Da igual, pues si te ha tocado tendrás que subir en éste. ¿No sería fácil poder decir que no a un taxi? Habría al menos así algo de presión para que se renueve la flota, que en ocasiones austa, sobre todo si el precio por montar en un coche viejo es el mismo que el de montar en un coche nuevo. tras pagar 45 Euros, al menos se debería poder elegir donde uno quiere subir.

Tal vez no sería una medida muy popular en el colectivo, o tal vez sí, pues son mayoría sin duda los taxistas que cuidan sus vehículos. Seguro que el usuario saldría ganando, y se renovaría la flota. ¿no hace falta que se vendan coches nuevos?

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