miércoles, 28 de mayo de 2008

El poder de los listados públicos


A raíz de la noticia del encuentro entre el Presidente Zapatero y los padres de Ana Mari, parece que se va a trabajar en la creación de un registro de pedófilos.

Esta noticia me ha hecho pensar en la utilidad que este tipo de listados pueden tener, y en lo buena idea que muchos de ellos podrían ser si se ejecutan de forma adecuada. Hace algo más de 15 años estuve viviendo en Inglaterra, donde alquilaba y compartía piso. En aquel momento, en cualquier contrato que firmaras para el alquiler de televisiones u otros equipamientos, la letra del contrato incluía cláusulas que mencionaban que en caso de no pagar las cuotas, el nombre del abonado moroso sería incluido en un registro público donde, al introducir su nombre, aparecería en la lista negra.


El tema de las listas puede ser muy útil para muy diversas cuestiones. Lo que es más importante; el acceso a Internet y las facilidad que tenemos hoy para buscar información de bases de datos, permite pensar en lo fácil que sería hacer pública información de personas o instituciones, con el objeto de que esta información pudiera hacerles plantearse cambiar un comportamiento indebido.

Algunas listas que se me ocurran:

1-Morosos en pagos de alquileres
2- Personas físicas con un gasto desproporcionado de agua (lo que tal vez ayudara al ahorro y la concienciación).
3- Empresas con prácticas dudosas (las que más gente echan de forma habitual, las qu emás contratos temporales tienen, etc.)
4- Listados de políticos y allegados corruptos

lunes, 26 de mayo de 2008

Saturación de marcas...

Jack Trout es uno de esos nombres famosos del marketing. Muchas personas han oído hablar de su libro La batalla de la mente. En un artículo reciente en su blog en Forbes comenta como cada vez es más complicado encontrar buenos nombres para los productos que se lanzan y que buscan conquistar la mente del consumidor. Cita como razón para ello no sólo que se hayan lanzado a lo largo de la historia muchos productos, lo que reduce el número de opciones potenciales de marcas que sirven para nombrarlos, sino (y sobre todo) que el número de marcas que se registran anualmente no ha parado de crecer.

Sirva como ejemplo lo siguiente: el registro de marcas mundiales asciende a unos 5.5 millones, ¡y sólo en 2007 se han registrado 500.000! Es decir, el 10% de la "población mundial"de marcas se ha registrado en un sólo año. Un diccionario cuenta con unas 100.000 entradas, así que nos podemos hacer cargo del volumen de nombres de que estamos hablando. Si pensamos igualmente lo difícil que sería mantener en el cerebro las 100.000 entradas de un diccionario, tenemos entonces una idea muy clara de los problemas con que se encuentra cada idea para hacerse un hueco en el cerebro de sus potenciales usuarios.





Trout comenta que la creación de marcas capaces de ganar un lugar en la cabeza del consumidor es cada vez más complicado, y ya no tanto por temas de estrategia o ejecución de marketing, sino porque cada vez hay menos nombres disponibles que puedan servir para este propósito.

De esta realidad se extraen diversas conclusiones:

Una muy evidente es que el negocio de búsqueda de nombres que puedan funcionar es en sí mismo una idea de interés. Es evidente que el interés de consultoras y consultores de cualquier nivel es buscar dar una nueva vuelta a la tuerca; encontrar una nueva moda que haga girar la rueda de la economía acelerar un ciclo. A cada nueva idea le acompañan una gran cantidad de nombres que la dan forma comercial, y detrás de cada una de ellas hay no sólo esfuerzos, sino también sueldos... El crecimiento brutal en la aparición de nombres nos da una idea de la necesidad creciente de mantener sueldos con la creación de nuevas necesidades.

La segunda es que el número de productos y servicios que se lanzan al mercado crece a más velocidad que nunca antes. Esto puede deberse a muchas razones, ya sea que el ciclo de vida de los productos es más corto, o que se crean nuevas categorías de productos, o que la competencia crece en cada categoría. Sea como fuer: el consumidor se encuentra cada vez con más opciones.

La tercera conclusión se deriva de la anterior y tiene que ver con el ruido. Si establecemos una metáfora entre la música y el ruido y los nombres de los productos, está claro que los impactos comerciales son en una gran parte ruido para el consumidor: sólo unos pocos de los impactos se verán como música, pero sólo una pequeña parte. El resto será ruido. ¿ verdad que sería maravilloso poder tener un aparato que filtre todo ese ruido que no queremos oír? ¿Un sistema que anule la publicidad que no queremos escuchar ni ver por las calles? En parte esta idea ya está creada con las opciones de preferencias del usuario en periódicos y medios virtuales... aunque no es totalmente lo mismo. ¡Busquemos pues un nombre! Será sólo uno más....

viernes, 9 de mayo de 2008

Concurso de ideas de Google

Si hay algo que fascina de Internet es la forma en que ha permitido a personas de enorme talento sacar partido a sus originales y creativas ideas. Son muchos los ejemplos, pero sin duda el más sonoro es Google. Pero no es el único, de hecho hay miles: son muchas las personas de talento que han conseguido fortuna en Internet, y muchas otras la buscan, y aunque no la encuentren es muy probable que al menos obtengan satisfacción (o eso espero) en esa búsqueda.

Con el precio del barril de petróleo a 130 dólares, todos deberíamos agradecer más y más la maravilla que implica disponer de un medio de comunicación universal, libre y barato como es Internet. Más allá de que la creación de riqueza que implica, más allá también de sus excesos y sus burbujas, representa sin duda el mejor ejemplo de democratización del capitalismo en que yo al menos puedo pensar. La comparación con el petróleo, amasado en unas pocas manos, es brutal.

Mucho se ha escrito respecto a la forma en que los gigantes de Internet buscan controlar nuestra vida, a que el cúmulo de información que poseen es peligroso, etc. etc. De momento, cualquier cosa que pienso al respecto me parece minúscula si lo comparo con la idea de los grandes oligopolios mundiales y las miserias que estos traen.

Quiero poner un ejemplo, y he aquí la idea que quiero presentar, sobre la forma en que Google incentiva la creatividad, al tiempo que cumple con sus objetivos empresariales. Es un ejemplo que no es nuevo, luego la idea no es en este sentido original, pero es sin duda muy válido para mostrar como una mega-empresa pueda buscar la inspiración de cientos de individuos creativos anónimos.

El pasado mes de Noviembre de 2007 Google lanzó un concurso de ideas para su proyecto Android. Para quien no está al tanto, Android se trata de una plataforma para desarrollar software que se pueda aplicar a telefonía móvil. Android permite la generación de muy diversas aplicaciones para el mundo de la telefonía móvil, y al tratarse de El concurso de ideas lanzado por Google premia 50 ideas con 10.000 Euros, que luego irán alcanzando otros premios si son elegidas. http://androidguys.com/

El concurso (Android developer contest) permite a desarrolladores de software proponer sus ideas (juegos, programas para organización personal. servicios para facilitar las compras, etc. Esta no es una iniciativa aislada, Apple hace lo mismo para servicios para su ipod.

Las empresas o particulares que desarrollan pueden obtener dinero, publicidad y valoración de sus ideas. Podemos imaginar a miles de personas inteligentes intentando demostrar todo lo que son capaces de hacer, y hacerlo auspiciados por una gran corporación.... No está mal, sobre todo si se compara con muchas otras realidades bien distintas. Tampoco estaría mal si estas iniciativas se realizaran pensando en dar solución a problemas como el hambre en el mundo... pero es posible que esto debiera tocar más hacerlo a organizaciones públicas.