Releer es una buena costumbre. En ocasiones leemos un libro o un pasaje y nos puede parecer aburrido, muy distinto de la primera vez que lo leimos. Otras veces, sin embargo, la historia puede mostrar cosas que no se habian visto anteriormente, ya sea poque nuestra experiencia propia enriquece el sentido de la misma, ya sea porque la leemos con mas detemiento, o en un estado de animo diferente.
Sea como fuere, releer es una buena idea. Hace un par de dias me encontre releyendo la historia de los hermanos Andersen el traje nuevo del Emperador. La historia siempre me ha parecido genial. Para quien no la conozca o no recuerde: un Rey muy presumido contrata a unos truanes para que le hagan un traje unico. Los truanes aseguran que las telas son de un material tan magnifico, que solo la gente que no es tonta o que hace bien su trabajo la puede ver... temerosos de que se les tome por tontos, chambelanes y ayudantes de la Corte hablan maravillas del Traje. El Rey, con mas miedo aun de parecer tonto, decide salir en desfile con su traje... hasta que la inocente mirada de un muchacho declara en voz alta que el Rey camina en cueros.
La historia me parece magnifica porque muestra con la mayor sencillez posible algo tan complejo como la servidumbre, el miedo y la estupidez del ser humano. Todas las personas se ven a menudo en situaciones en que personajes de mas o menos importancia y con mas o menos arrogancia, sueltan palabras, ordenes, leyes o mandatos de una estupidez enorme, pero que no son contradecidas por nadie, ya sea por miedo, para evitar conflictos, o por haber caido en la rutina de pensar que abrir la boca no merece la pena. Es una pena en mi opinion que, por ejemplo, cuando algunos politicos abren la boca para decir tonterias no haya un muchacho a su lado que les pueda sacar los colores dando como argumento, simplemente, la inocencia de una mirada fresca.
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