jueves, 25 de marzo de 2010

Le Hotel du Vin


Había escuchado varias veces hablar del Hotel du vin, pero la verdad es que nunca me había parado a pensar realmente en el concepto. Y me parece una idea fantástica. En el despiadado mundo de la comunicación, allí donde ganar un pequeño espacio para una marca es tarea casi imposible, se plantea muy difícil diferenciarse. El caso de los hoteles boutique es un buen ejemplo. En España siempre me ha gustado, y mucho, el ejemplo de Rusticae. Como marca paraguas ha sabido ayudar a muchas empresas familiares dispersas a adotar un criterio de calidad similar, arropado por un incremento en el interés por lo rural con notas chic, arropado también seguramente por herencias de familiares, emprendedores de la urbe hartos de ésta, y tal vez también, con algo de financiación de fondos europeos para rehabilitar espacios rurales.

Hotel de Vin es un concepto de hotel boutique que toma como marca dos elementos sencillos: el hotel y el vino. En su nombre añade el lenguaje francés, lo que da idea del tipo de lugar quenos podemos encontrar (si pensamos que son establecimientos en Inglaterra) El nombre, que evoca ya ciertas cosas, ve continuidad en las fotos del lugar y en su propuesta de valor, que se nutre de la combinación de descanso, relax y gastronomía y vino. Creo que es una idea que sería muy fácilmente exportable a muchos países, entre ellos España. A ver si en breve nos podemos encontrar hoteles como éste en páginas que ofrecen información de restaurantes, bodegas y hoteles como turismodevino.com. Me ha resultado curioso ver cómo, sin embargo, su valoración en Tripadvisor no es tan buena. La verdad es que me hace pensar un poco mal del tema de las valoraciones y su supueta neutralidad: ¡8 personas que lo puntuan como pésimo! He hablado con gente que ha estado y de la que fio y nada más lejos de la realidad que ese comentario de pésimo. Eso sí, su impacto en la reputación en sitios como éste.

Sería bueno para la expansión del turismo de calidad, y para sus usuarios y amantes del vino.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La cerveza más bestia del mundo

El tema del marketing, más allá de que se pueda estar a favor o en contra de algunas prácticas concretas, tiene la gracia de contar con gente muy creativa que, en otro campo en otro tieMpo, época, lugar, o en otra vida tal vez, podrían seguramente ser actores importantes del mundo del arte (en un concepto general como valoración de algo que puede considerarse sublime...)

En este ámbito de cosas, he visto una noticia en el mundo de las bebidas que me ha llamado mucho la atención. Se trata de la cerveza con más graduación alcóholica del mundo, y de la guerra de marcas alrededor del tema. Como si se jugara de un partido por el posicicionamiento negativo de quien consigue el record de la cerveza con más graduación, 2 marcas, una británica, Brewdog y otra Alemana, se dedican a competir. En el último Round, Brewdog saca su marca Sink the Bismarck con 41% de graduación, ahí es nada.

Sink the Bismarck! from BrewDog on Vimeo.

El video nos deja una sensación de la competencia y el efecto general de la campaña. Los elementos comunes son evidentes: humor, lenguaje patriótico y orgullo de triunfo, vinculación con la historia bélica de la II Guerra Mundial...

El hecho de que el consumo de alcohol no esté muy bien visto llama la atención si se contrapone con esta práctica de marketing y el éxito que parece tener entre al menos el segmento de público al que se dirigen. Como planteamiento en sí, y más allá de estar de acuerdo o no, es una buena idea (y de aquí colgarla en este blog). El resultado para la marca y el negocio de la empresa parece innegable. Baste decir que una de las contendientes ha agotado sin problemas la venta de acciones para ampliar su Capital gracias a una idea de marketing para coneguir inversores igualmente agresiva (Equity for Punks!)

La reflexión sobre dónde se pone el límite es lógica, pero hay más elementos a considerar. Da la impresión de que esta lucha está orquestada, pues para que haya lucha tiene que haber 2 luchadores... y los 2 , sin duda, se benefician. Si es así, pues mejor pensado aún... pro tener bailando a mucha gente al son de su música. Si no lo es, al menos han sabido tomar partido del tema.

Hay muchas otras bebidas que tienen tanta graduación como estas cervezas (vodks, ron, ginebra, etc.) , así que en este aspecto no está la polémica... sino que lo está en hacer de ir contra la corriente un elemento de marketing (eso, además de un cierto uso de negatividad de comportamiento, algo así, en términos freudianos, como pensar en Eros y Tánatos... ¡sin duda es tánatos, o impulso de destrucción el que mueve una tal idea para su uso en marketing! ... ¿o tal vez no?!! )

Lo polítcamente correcto, la extensión de productos light o descafeinados, contrasta en gran medida con esta carrera por la cerveza más "bestial". Ir contra corriente puede ser bueno a veces, los elementos morales están ahí, pero en este caso no parece que la trasgresión sea fundamentalmente inmoral.

Pongo aquí el estilo de la comunicación usado en la descripción del lanzaminento del producto... el lenguaje de guerra por la graduación no es casualidad.

"An unsettling development has arisen in mainland Europe which BrewDog have found impossible to ignore.
Armed with their 40% ABV beer, German brewers have infiltrated our front lines, slipped under the defences and straight onto the radars of you – the noble beer drinkers of the Empire.
We ask of you to keep calm and carry on whilst saluting the valiant efforts of Tactical Nuclear Penguin whose fall has allowed the Germans to recapture the world record for the strongest beer."


Se admiten opiniones

lunes, 8 de marzo de 2010

Elegir un taxi

Una llegada a Barajas, T4. El cansancio del viaje: un retraso de 2 hotas y el posible mal humor qu eha dejado una reunión aún en la mente. Pero está cerca la llegada a casa. Tan sólo queda tomar el taxi y llegar.

Hace años que he sufrido las colas absurdas que se formaban en Barjas con los taxis y la actitud de los "controladores"de taxi, que ponían su empeño, parecía, en confundir más que en ayudar. Hoy eso ha cambiado, al menos desde mi experiencia, y la realidad es más agradable: un gran avance, pues siempre he pensado que la primera o segunda impresión que da una ciudad está en sus taxis y la experiencia que rodea al servicio. Hoy la entrada en el taxi no es tan caótica, pero hay cosas que se podrían mejorar, y mucho. Si yo compro unos zapatos elijo los que quiero llevar, lo mismo para prácticamente cualquier cosa por la que se paga... pero el taxi es una execpción.


Puede haber 3 maravillosos coches úlimo modelo esperando, que da igual si te ha tocado un coche con cerca del millón de km a sus cuestas, los asientos roidos, y los amortiguadores pelados. Da igual, pues si te ha tocado tendrás que subir en éste. ¿No sería fácil poder decir que no a un taxi? Habría al menos así algo de presión para que se renueve la flota, que en ocasiones austa, sobre todo si el precio por montar en un coche viejo es el mismo que el de montar en un coche nuevo. tras pagar 45 Euros, al menos se debería poder elegir donde uno quiere subir.

Tal vez no sería una medida muy popular en el colectivo, o tal vez sí, pues son mayoría sin duda los taxistas que cuidan sus vehículos. Seguro que el usuario saldría ganando, y se renovaría la flota. ¿no hace falta que se vendan coches nuevos?